En un mundo donde la movilidad es clave, también lo es adaptarse a las necesidades de los consumidores. Y éstos quieren poder disfrutar de lo que les gusta cómodamente, sin los límites de formatos que, siendo estupendos, no facilitan el consumo everywhere. Los consumidores son hoy mucho más abiertos a experimentar, a probar opciones. Y ahí los nuevos formatos y envases son fundamentales para que el consumo de vino sea mucho más que el ligado a una botella.
Junto al bag in box, que sigue ganando terreno y es fabuloso para el consumo inmediato e individual, sube como la espuma el vino en lata, por el que precisamente hemos apostado este año desde Bodegas Campoameno. El vino con este práctico envase se consume cada vez más porque permite ese consumo individual y en cualquier sitio que con frecuencia demandan los consumidores, sobre todo los más jóvenes.