Los espumosos ya no son lo que eran (en el mejor sentido de la expresión 😊). Es la mejor forma de describir qué está pasando con el consumo de vino espumoso y con la forma en que la gente percibe este tipo de vinos. Su consumo ya no se asocia a momentos navideños, a las fiestas, a los encuentros que merecen brindis especial o a los eventos familiares, como las bodas. El vino espumoso se consume cada vez más y es porque los consumidores lo perciben poco a poco como una bebida perfecta para cualquier momento, algo que los que nos dedicamos a este sector llevamos años intentando, luchando por su desestacionalización.
De hecho, los datos demuestran que son de las botellas que mejor se venden en el mercado español e internacionalmente. Según datos de Financial Food, el vino espumoso es el segundo tipo de vino que más creció el año pasado por encima de la media. Exactamente subió un 6,5% en ventas lo cual muestra esa tendencia que decíamos, que entiende el vino con carbónico como una bebida muy versátil y apta para muy diversas circunstancias.