Si quieres probar una sangría de lujo, puedes plantearte elaborar una sangría blanca. En este caso, el vino tiene que ser blanco por supuesto y mucho mejor si es dulce, como nuestro joven Frizz, o cualquier vino espumoso.
Para el toque cítrico, opta por zumo de frutas natural y recién exprimido. A partir de ahí, y teniendo en cuenta que la sangría es dulce, el aporte de azúcar es fundamental y dependerá del tipo y cantidad de vino y de tus gustos.
Reunidos los ingredientes, mézclalos y añade hielo. Y deja pasar un buen rato para que tu sangría blanca esté en su punto.