La Semana Santa es un tiempo especial en muchos sentidos, y en el gastronómico especialmente. Por eso no es de extrañar que el vino cobre relevancia en estas fechas y nos brinde maridajes muy especiales y diversos. Las costumbres ligadas a este momento llevan aparejadas platos tradicionales -con mucha presencia de verduras y pescado- y postres especialmente dulces que invitan a ser acompañados por un buen vino.
Vino y platos de Semana Santa están tan unidos entre sí como el propio vino lo está al cristianismo y a ceremonias religiosas como la eucaristía. Por eso desde Campoameno buscamos las recetas más tradicionales de nuestro país y las completamos con 4 combinaciones de vino y platos de Semana Santa.
¡A ver qué os parecen!
Los buñuelos de bacalao son un plato de Semana Santa que no falta estos días en prácticamente ningún hogar ni establecimiento hostelero. Como picoteo o entrante, los buñuelos de bacalao quedan bien armonizados con blanco Mar y Luna, que aúna Sauvignon Blanc y Verdejo.
Sus aromas delicados de fruta tropical y su suavidad y permanencia en el paladar lo convierten en la elección perfecta para arrancar el almuerzo de un Jueves Santo.
Consejo Campoameno: Los blancos frescos tienen la cualidad de aligerar la pesadez de los fritos gracias a su acidez.
Estamos ante un clásico guiso de garbanzos con bacalao y espinacas, una receta que surge del precepto católico de abstenerse de carne los viernes cuaresmales así como el Jueves y Viernes Santo.
Un vino perfecto para disfrutar de este plato de cuchara puede ser el 5 Oros Garnacha, ligero y agradable, suave y con una redondez tánica que equilibra el conjunto con sus aromas de mora y frutos rojos típicos de la variedad de uva.
Consejo Campoameno: Bebe un sorbo de este Rioja a base de garnacha y toma una cucharada del potaje. Verás como despierta el paladar.
Seguimos con otro plato tradicional de Semana Santa en muchos hogares españoles. Sencilla pero contundente, la sopa de ajo también merece un buen acompañamiento. Y nuestra propuesta es un crianza como el de Finca La Melendra, con D.O Ribera del Duero.
Con un aroma muy intenso y persistente, una buena estructura y gran persistencia, armoniza a la perfección con un plato que no por sencillo merece menos atención.
Elaborada con un poco de pan, unos ajos, pimentón y agua, acompañados a veces con huevo y jamón, la sopa de ajo se ajusta bien a nuestro tinto crianza con 12 meses en barrica de roble francés.
¡Pruébalo y nos cuentas!😉
No podíamos terminar nuestro menú de Semana Santa sin hablar de pestiños. No es el único dulce con tradición en estas fechas pero sí es de los más extendidos en nuestro país.
Y para los pestiños, dulces donde los haya, un espumoso como nuestro Frizz de Campoameno es una buena elección para acompañar este postre normalmente aromatizado con naranja, canela y ajonjolí.
Precisamente por su alto nivel aromático, es un dulce de Semana Santa que necesita vinos con un dulzor equilibrado. Así podremos realzar el sabor de los pestiños y crear una combinación deliciosa gracias a su toque de acidez y frescura y sus sutiles burbujas de carbónico.