Como el resto de vinos de Campoameno, su principal singularidad viene dada por la Indicación Geográfica Protegida de la Sierra Sur de Jaén. Es muy pequeña en superficie (80 hectáreas aproximadamente), pero tiene:
- hasta 7 tipos de suelos diferentes;
- terreno a diferente altitud, porque hay viñedos plantados desde los 950 hasta los 1.200 m de altitud;
- y varios microclimas.
«Todo ello es lo que le da el carácter y personalidad únicos a nuestros vinos, y nos ayudan a poder elaborar una selección tan diversa», destaca Bosquet.
Otro aspecto a destacar es que, gracias a la altitud a la que están plantados los viñedos de Campoameno, tienen una maduración muy lenta y la uva es de excelente calidad al experimentar un alto contraste de temperatura entre el día y la noche. «Durante la maduración, podemos registrar temperaturas en el día de 34-36ºC. Pero por la noche hay muchísimo salto térmico (se registran temperaturas de 16-17ºC)», matiza Virginia.
Todo ello también ayuda a que los tratamientos fitosanitarios sean mínimos, únicamente destinados, desde mediados de mayo hasta finales de junio, a prevenir el temido oidio. «Usamos el mismo tratamiento que se realiza en los viñedos ecológicos», subraya nuestra enóloga.