Y comienza 2022. Pero ¿qué tendencias trae para el sector del vino? Empezar año es siempre hablar de lo que esperamos de él. De las tendencias o gustos que, según los expertos, se impondrán en nuestro tema de interés. Hemos de decir que nosotros no nos consideramos especialistas de nada. Más bien, al contrario. Nos encanta aprender, conocer cosas nuevas y mejorar todo lo que esté en nuestra mano como modesta bodega que somos.
Y, como nos gusta muchísimo saber más sobre todo lo que tenga que ver con el vino, llevamos varias semanas leyendo interesantes noticias de reconocidos enólogos, sumilleres, vitivinicultores y profesionales del sector en general. De todas ellas nos hemos quedado con cuatro tendencias que, a nuestro entender, deben ser especialmente importantes para el vino durante el año que acaba de empezar.
Tendencia 1: venta online de vino
Una de las tendencias del sector del vino en la que casi todos los blogs y medios especializados coinciden es en el crecimiento acentuado del canal online. Aunque la pandemia ha atravesado diferentes momentos -y ha propiciado la compra online de todo tipo de productos- la tendencia a seguir comprando vinos a través de tiendas online parece imparable. De hecho, según datos de la agencia EXE, los mercados de comercio electrónico y el marketing digital crecerán hasta entre 30% y 50% este año. Un porcentaje bastante elevado, ¿no creéis?
Tendencia 2: nuevos envases para el vino
Ya hace varios años que se viene hablando de esos nuevos envases. Fundamentalmente se imponen los bag in box para consumo en mayor cantidad y las cómodas latas para llevar el vino a cualquier sitio. Según IWSR, el crecimiento continuado de las bebidas con este formato, especialmente en EE UU, está siendo liderado por una tendencia a la innovación sin precedentes y seguirá creciendo sustancialmente en 2022.
Tendencia 3: botellas de vino más ligeras (de vidrio)
La sostenibilidad es otra de las prioridades del sector del vino. Por eso no es de extrañar que la utilización de botellas de vidrio más ligeras se ponga sobre la mesa este 2022. Es una tendencia planteada por múltiples lugares web dedicados al vino, como Wine Intelligence. De hecho, nos parece muy interesante el dato que dan en vinosycaminos.
Una botella de vidrio estándar, con un peso de 500 g, representa el 29% de la huella de carbono de un vino. Una botella ligera la reduce sustancialmente: aproximadamente 1 gramo de carbono por cada gramo de vidrio.
Tendencia 4: mayor gusto por lo local y los vinos regionales
Esta tendencia nos gusta especialmente, como podréis imaginar . Principalmente porque supone dos cosas:
- Que las personas valoramos cada vez más el esfuerzo de las pequeñas empresas. Lo hecho con productos autóctonos, respetando las tradiciones, la historia y el esfuerzo de muchas generaciones, aunque ello supongo menos rentabilidad económica.
- Que la sociedad de consumo está recapacitando sobre qué es lo importante. Prima la calidad, la cercanía, la autenticidad o la singularidad por encima de la producción masiva y homogénea.
Pero, sobre todo, nos gusta porque destaca el valor de los vinos con Indicación Geográfica Protegida y figuras similares, que ponen el acento en la conservación de lo que se viene haciendo bien desde las pequeñas empresas y agroindustrias de pueblos y comarcas.
Nosotros estamos preparados para 2022 y esperamos que sea mejor para todos
Estamos convencidos de que este año nos aportará muchas cosas buenas a todos.
Se cumplan o no las tendencias y predicciones para estos nuevos doce meses.