Si hay algo que casi todos nosotros ‘practicamos’ en verano es tomar un buen aperitivo con vino. ¿Consejillos? Te dejamos seis en esta ocasión.

Elige vinos ligeros y frescos
Opta por vinos blancos, rosados o espumosos, que suelen ser más refrescantes y fáciles de beber en verano. Ligeros, frutales y con una acidez refrescante son perfectos para aperitivos que también lo son.
Para la época estival es mejor optar por vinos de menos graduación (como un vino joven), ya que el alcohol produce deshidratación. También podemos optar por una bebida con vino más refrescante como puede ser la sangría. De hecho en Campoameno ya tenemos la nuestra. Y está deliciosa.

Acompaña con tapas ligeras y refrescantes
Combina los vinos con tapas que complementen sus sabores. Por ejemplo, quesos frescos, frutas, mariscos, o tapas con verduras. También son una buena opción los embutidos, los encurtidos, picos… Puedes comprar algo preparado -hay infinidad de posibilidades actualmente- o quizá preparar algo en casa y dar una sorpresa a tus invitados, como una ensaladilla rusa con sello propio o unos totopos con guacamole.
Sirve el vino a la temperatura correcta
En verano, es importante que el vino esté bien frío. Utiliza una cubitera con hielo o una manga enfriadora.
Y es que en verano sí es importante que ciertos tipos de vino estén fríos, especialmente los blancos, rosados y espumosos, ya que el calor puede desvirtuar su frescura y aromas. Sin embargo, la temperatura ideal varía según el vino; mientras los blancos y espumosos se disfrutan mejor a temperaturas más bajas (entre 6°C y 10°C), los tintos se sirven a temperaturas más cálidas, pero nunca a temperatura ambiente (entre 15°C y 20°C).

Prepara cócteles con vino
Experimenta con cócteles como el tinto de verano o crea tus propias combinaciones con vino blanco, frutas rojas y agua con gas. Piensa en decorar y aderezar con unas rodajas de naranja o limón; son muy sencillas de preparar y les dan un toque muy elegante a ese cóctel de vino por el que te hayas decantado. En este post reciente te dábamos algunas recomendaciones sobre cómo preparar cócteles con vino.


Aprovecha la temporada de frutas
Las frutas de verano, como melón, sandía o frutos rojos, son excelentes opciones para maridar con vinos blancos o rosados, y también puedes usarlas en cócteles o decorar las copas.
En el maridaje con frutas es importante encontrar el equilibrio entre los aromas de los vinos con la acidez y dulzura de las frutas, buscando siempre que la fruta se quede en un segundo plano. Por eso, si maridamos vinos demasiado dulces con frutas especialmente intensas en azúcar puede resultar pesado.

No te olvides de los frutos secos
Un surtido de frutos secos salados, como almendras o nueces, es un clásico que combina muy bien con vinos blancos y espumosos. Aunque son aperitivos muy sencillos, puedes ‘subir el nivel’ esmerándote en la presentación. Si acompañas el momento con tablas de madera, cuencos bonitos o una buena cristalería, el maridaje será especialmente atractivo.
¿Ventaja añadida? Son seguramente los aperitivos más sencillos de conseguir, no requieren de preparación y, además, casi siempre apetecen. ¡Ah! ¡Y enganchan 😉!