El tinto también es para el verano: 4 tips para disfrutarlo

Aunque los datos de consumo apuntan que en verano se consume menos vino tinto, lo cierto es que el tinto también es para el verano. También puede serlo, queremos decir. Siempre y cuando a ti te apetezca.

Como puedes ser de los que los prefiera a los blancos o rosados, nos hemos animado a reunir aquí 4 tips para disfrutarlo.

 

Lo primero a tener en cuenta es, claro está, la temperatura. Y por eso -como ya sabemos- conviene tener el vino a temperatura fresca o, de lo contrario, podrá perder buena parte de sus cualidades. 

Todos sabemos que, al consumir el vino a una temperatura óptima, se disfruta mucho más de características aromáticas, al percibir una menor astringencia y esa sensación ardiente del alcohol.

Por eso, mientras que el resto del año puedes tomar tu copa de vino tinto a una temperatura de entre 16 y 18 grados, en verano es más recomendable bajarlo hasta los 12 grados, puesto que nuestro cuerpo se autorregula al tomar cosas frescas.

Por eso puede ser buena idea ponerlo media hora a enfriar en el frigorífico o tenerlo cinco minutos en una cubitera.

Insistimos mucho en la cuestión temperatura porque con el intenso calor del verano la experiencia se puede ver seriamente alterada.

Hay que tener en cuenta que la temperatura influye en cómo percibimos el vino. Si está por encima de la temperatura ideal, percibiremos más el alcohol y menos la frescura y los aromas, fundamentales para disfrutar cada copa de vino.

Y, como la temperatura estival no es igual de extrema en todas partes, en lugares como Andalucía (donde el calor aprieta, y mucho, estos meses) podemos tener algunas costumbres adicionales para garantizar que la experiencia del vino tinto sea óptima.

Es recomendable sacarlo de la cubitera más frío de lo que correspondería, porque en unos minutos alcanzará la temperatura idónea. Y, en cuanto hayamos servido, volverlo a meter en la cubitera, para sacarlo sólo cuando volvamos a servir.

Eso sí, tampoco conviene pasarse con el frío, porque corremos el riesgo de perder el sabor del vino.

¡Jamás lo metáis en el congelador!

También es conveniente servirlo poco a poco en la copa, nunca en cantidades elevadas. Y, cómo no, coger la copa por el tallo y nunca por el cáliz, para evitar precisamente lo mismo. Que se caliente el vino.

Teniendo en cuenta que las temperaturas afectan rápidamente al vino tinto, lo mejor es que éste no se caliente mientras estamos disfrutándolo. Hemos de tener en cuenta que donde mejor se mantiene es en la botella.

Vino tinto en verano
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