La cuesta de septiembre con la mejor actitud

Pues sí, la cuesta de septiembre es menos cuesta con la mejor actitud. Como se suele decir, ¡se acabó lo bueno! Y eso no es ni más ni menos que buena señal. Primero, porque si tenemos esa habitual ‘depre’ postvacacional significa que hemos disfrutado de unas merecidas vacaciones y, segundo, porque hemos tenido la inmensa suerte de vivir experiencias bonitas. Si no es nuestro caso, seguramente lo de la vuelta a la rutina de septiembre será poco más o menos que una anécdota. No estaremos afrontando la temida cuesta de septiembre ni notaremos anímicamente inestabilidad diferente a la que cada uno suela sentir.

Pero, sinceramente, creemos que, como en casi todas las circunstancias que se presentan en la vida, la actitud lo es todo. Y aquí hemos recopilado varios consejos para llevar mejor la cuesta de septiembre. Por supuesto no los damos nosotros, que para nada queremos pasar por psicólogos o expertos en coaching. Sino que los hemos tomado de varios blogs y webs que nos ofrecen interesantes formas de afrontar una fecha tan complicada para muchos como septiembre.

Septiembre es un mes de vuelta a la rutina, después del periodo vacacional más amplio del año y que, además, coincide con un cambio de estación. Así que seguramente nos sintamos algo reconfortados cuando comprobemos que en nuestro entorno cercano son muchos los que asumen ‘regular’ este mes. Y, con él, la vuelta al cole, a la oficina, al trabajo, a la rutina, a los horarios… demasiados elementos que retomar. Y, sí. Lo sabemos. No es fácil.

POR ESO, EN ESTA CUESTA DE SEPTIEMBRE…

  • Intenta no crearte objetivos ni calendarios de trabajo o tareas demasiado exigentes. No se trata de que procastinemos sino de que no nos carguemos de más trabajo del que verdaderamente podemos asumir. Teniendo en cuenta que el estrés forma parte de nuestras vidas, no conviene alimentarlo de más y, aún menos, en un periodo tan complejo como la vuelta de las vacaciones y la astenia otoñal.
  • Dedica un tiempo al día a relajarte. Y un ratito a aquello que te hace desconectar (si es deporte o actividad física de algún tipo, mejor). Dedicar cada jornada aunque sea 20 minutos a cuidarte, leer un libro, ver tu serie favorita o tumbarte a escuchar música. También puedes tomarte una copa de vino de vez en cuando, siempre que el cuerpo te lo pida ;-).
  • Normaliza el paso del tiempo; ha llegado otro septiembre afortunadamente. El tiempo pasa para todos, así que septiembre es un buen mes para reactivar antiguas metas no logradas, siempre que sean realistas y factibles. ¡Tienes tiempo! así que planifícate, sin obsesionarte con aquellas cosas a las que no llegas por falta de horas y días ‘libres’, responsabilidades familiares o laborales… Orienta tu tiempo, sin frustración. Porque ninguno somos superhéroes.
  • Dicen los expertos que la actitud lo es todo. Si puedes cambiar las cosas, hazlo, y, si no, cambia tu actitud. Y la cuesta de septiembre es muy parecida a la archiconocida cuesta de enero. Seamos positivos, creamos en nosotros mismos e intentemos ver siempre el lado bueno de las cosas, al tiempo que relativizamos lo no tan bueno. 

 

olvídate de los objetivos exigentes

préstate atención y dedícate un tiempo a ti mismo

tienes tiempo, que es lo importante, así que oriéntalo

No podemos controlar todo lo que pasa en nuestra vida, pero sí la forma en que lo afrontamos.

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