Aunque este año el 14 de febrero será sin duda muy diferente, puede ser una buena ocasión para preparar al detalle un encuentro romántico en casa, con un maridaje de San Valentín propio y completamente adecuado a tus gustos y posibilidades. En este post intentamos hablarte de ese maridaje de San Valentín y de 4 claves para prepararlo, ahora que todavía falta una semana larga para la fecha y puedes planificar el menú que podréis disfrutar tu pareja y tú. Y, por supuesto, decidid los vinos más adecuados a los platos elegidos y a vuestro bolsillo.
No es necesario elegir varios vinos.
Si eres un empedernido amante del vino, adelante. Puedes elegir un vino para cada plato si tu presupuesto te lo permite. Si por el contrario no suelen tomar vino, opta por utilizar uno sólo para el maridaje de todos los platos. Existen opciones como el vino espumoso brut nature, que puede acompañar a todos los platos habituales en veladas o encuentros románticos.
Si eres de vinos de baja graduación, el frizzante es el tuyo.
Sí. Así lo creemos. Los vinos afrutados, con poco alcohol y fresquitos resultan fáciles de beber y enganchan a cualquier comensal. Y como lo más habitual es optar por picoteo o platos ligeritos (por aquello de que la noche es joven), estamos seguros de que el vino frizzante será de lo más agradable y acertado para un maridaje de San Valentín sencillo, propio de parejas que no quieren complicaciones.
El maridaje de San Valentín no tiene por qué preocuparte. Y creemos firmemente que, con un vino burbujeante, el momento además de romántico será divertido y os invitará a llenar la copa varias veces sin temor a pasarse de la raya.
opta por el blanco si eliges marisco o pasta para el maridaje de San Valentín.
Los tintos de toda la vida para un menú romántico pero contundente.
si incluye carnes de caza. Y si vas a compartir asados, platos con intenso sabor, foie… no te olvides de un tinto crianza. Si quieres darle un toque especial a tu maridaje, nuestro reserva Alto de Campoameno te aportará recuerdos a chocolate y vainilla en un encuentro con buen sabor de boca.